viernes, noviembre 25, 2005

Who knows?


¿Por qué no he vuelto a postear?


Porque mi hermano encontró una muy buena manera de gastar el dinero.


Oh, sí.

Ya siento venir los días enteros de antisociabilidad.

------------------------------------

Y sí sé que ya salió el nuevo... a callar, por ahora estoy contento.

:)

Macanudeces

Números ociosos 2

Minutos sin poderme bajar de una piedra de 20cm de diámetro porque 'No me voy a mover de aquí hasta que llegue mi hermano': 37

------------------------------------

Si usted ha sido víctima de su propia falta-de-cosas-que-hacer... no deje de compartirlo con nosotros. Comente y díganos en qué improductividad ocupa su tiempo libre. Demuestre que su vida estuvo, está y estará regida por los números.

(El foro está abierto por petición de Sofía, así que al menos ella está obligada a comentar).

(No es cierto. TODOS están obligados a comentar).

lunes, noviembre 14, 2005

Macanudeces

Números ociosos 1

Número de giros sobre la silla de la computadora antes de marearme y caerme: 34

Filmes de una cabeza inconsciente 4

Iba caminando por la calle, sosteniendo una bolsa de jugo en cada mano. De repente, llegué a lo que tal parece era mi objetivo (para los que conozcan la cartografía meridana): un Super San Francisco de Asis, con la cuestión que éste estaba ubicado donde está la farmacia Gongora en la avenida que va de Eladio's de la García Ginerés a Pensiones (dato poco importante, pero curioso y por lo mismo no menos importante [y no es que me contradiga, sino todo lo contrario]). Bueno, entré al supermercado, actuando tranquilo y sereno, y logrando no levantar las sospechas de la gente; buscando el lugar ideal para efectuar mi plan maestro. Al fin, después de caminar por unos cuantos pasillos, llegué al pasillo en el que se encontraban las Cocas; estaba lleno de gente, todos comprando sus cocas y empujándose unos a los otros para abrirse paso entre la multitud. Me di cuenta de que era el lugar ideal para ejecutar mis macabros propósitos. Me escabullí entre las axilas de la muchachada, para llegar justo al centro del tumulto. Ya ahí deposité uno de los jugos sobre las cocas y rapidamente emprendí la retirada, pues solamente tenía 15 segundos después de soltarlo para que estallara. Cuando estaba avanzando entre la gente me encontré a Beto, un amigo de la secundaria, en misma actitud que el resto de los cocosos (los que querían su coca, se entiende?), yo le dije 'Wey, lárgate de aquí', a lo que me respondió con un gesto de vete-al-carajo-yo-quiero-mi-coca. Pero no podía desperdiciar más tiempo, seguí corriendo a la salida. Lancé el otro jugo-bomba donde pude. Ya justo en la puerta de salida sentí el sacudón, y la explosión impresionante y una vista de la escena estilo matrix muy muy loca, vi la acción en cámara lenta y desde todos los ángulos (de alto presupuesto, perros). La onda de choque me mandó volando directo al parque que está enfrente, donde me estrellé en una banca y se me sacudió el mundo. Recuperé rapidamente el sentido, para voltear y ver el supermercado destruído y en llamas. Y yo reí ante la magnificencia de mi obra. En eso mi celular sonó, me dijeron que me apurara que porque mi hijo estaba a punto de nacer. Me levanté de la banca y llegué a la casa donde se encontraba mi novia-esposa-pareja-amante-o-lo-que-fuera y entré a donde ella se encontraba, la ví y era una amiga de la secundaria, ni idea de cómo era de que fuera a tener un hijo mío, pero pues ya qué, yo soy niño y ella niña y esas cosas pasan. Nació el niño y todos celebrábamos, y me lo dieron a abrazar. De alguna forma me escabullí y me llevé al bebé. Me lo llevé al monte. *Empieza escena clasificación C*. Mi rostro estaba extraño, completamente inexpresivo, muy raro de mí. Caminando sosteniendo al pequeño solamente de una pierna, llorando de cabeza. Llegué a un punto más despejado, pero con los árboles suficientemente altos como para cubrirnos las cabezas con sus ramas. Ya ahí lo solté y lo dejé caer en seco sobre las hojas secas y la tierra, con lo cual empezó a llorar más fuerte. Caminé un poco alrededor de él, mirando el piso buscando algo. Al fin, me incliné y agarré una piedra un poco más grande que mi puño y con la misma me lancé encima de mi hijo, empezando a golpear su pequeña cabeza lo más fuerte que podía, viendo solamente como su rostro se deformaba y su sangre salpicaba en el mío totalmente inerte. El monte se llenó de alaridos y crujidos. De repente, el niño ya no estaba en el suelo, sino que estaba colgado de las piernas a un árbol por encima de mí, seguía llorando debajo de su sangre. Al momento de percatarme de eso, lo sostuve fuertemente de los brazos y comencé a tirar de ellos, con lo que empezó nuevamente el griterío. Jalaba, y lo jalé con todas mis fuerzas. Lo jalé hasta que uno de sus brazos se desprendió de su cuerpo y yo caí de espaldas a la tierra. Volteé solamente para ver entonces al pobre infante, balanceándose lentamente de cabeza, solamente emitiendo un leve gemido combinado con el difícil burbujeo de la sangre semicoagulada. Yo me quedé en el suelo, sosteniendo su brazo con una mano, observándolo. *Flashazo, rewind, reversa rápida sobre los hechos o como sea*. Me encuentro justo en el momento en el que mi hijo está naciendo, y nuevamente todos se regocijan, me lo dan y de la misma forma yo me alegro y celebro por mi hijo. Todo era felicidad ahora. Entonces me acordé de Beto, y me preocupé. ¿Qué habría sido de él?. Decidí regresar al lugar de los hechos, al supermercado. Regresé y lo estaban reconstruyendo (cosa totalmente imposible, nunca le van a meter tanta lana a un Sanpaco). Entré y caminé por los pasillos, buscando a mi amigo. No lo encontré. En eso sonó nuevamente mi celular, era Héctor, un cuate de Cancún que conocí por medio de Beto, nos quedamos en su casa cuando nos fuimos al SonPax. Me preguntó que qué onda, cómo había estado, que qué novedades habían. Y yo, medio triste, le contesté 'Wey, creo que maté a Beto', a lo que curiosamente me contestó 'Ah, no te preocupes, me pasa todo el tiempo'. No le tomé más importancia a su respuesta y le colgué. Entonces salí del super, cabizbajo por el remordimiento. Desde la entrada alcancé a ver en el parque a otros tres amigos míos y de Beto, el resto de la banda. Me aproximé para decirles lo sucedido, pero al estar más cerca me percaté de que había alguien más. Con ellos, milagrosamente, estaba Beto, enyesado de pies a cabeza sentado en una silla de ruedas, y con la cara tan amoratada como si le hubiera dado una bofetada Dios. Me acerqué y con todo el cinismo posible le pregunté 'Cabrón, qué te pasó?'. Me comenzó a explicar *Flashazo, rewind, reversa rápida sobre los hechos o como sea*. Él estaba saliendo justo detrás de mí cuando dejé los jugos-bomba, con su coca en la mano (que no creo que haya pagado, por sus arranques cleptómanos) y al momento de la explosión él, con la misma cámara muy muy loca así muy matrix muy acá en cámara lenta y moviéndose por todos los ángulos (producción multimillonaria, perros), salió volando hacia el local enfrente del lugar, lo que solía ser una juguetería Tennessee, y se vió cómo rompió los escaparates de cristal con su jeta y se estrelló con todas las cosas que habían adentro, hasta terminar aplastado en el fondo de la tienda. Todo muy acá. Pero pues ya, le dije que qué bueno que estaba vivo. Y entonces salió un viejo vagabundo del interior de una pared gritándonos 'Me quieren robar mi casa!'.

____________________________

Etiquetas:

jueves, noviembre 10, 2005

Espere reviso mi agenda...

¿Porqué todos escriben algo aquí antes de su post y yo no?


Siempre me dicen que 'aproveche mi tiempo'.

Si ayudar al amigo a medio limpiar el lugar de la reunión de hace días y ver que aún hay tiempo y jalar un par de sillas y una hielera con unas cuantas cervezas -light, porque si dicen 'light' pensaron que no engorda- a la terraza y platicar un rato y antojarse una chelada y ver que no tienen limones e ir al patio trasero a bajar limones del árbol y picarse con los espinos y mojarse los pies porque llovió y traías chanclas y estaba encharcado y ver que todos los limones están podridos y ver que tu pantalón se llenó de espinitos y resignarse a no tomar chelada y regresar a la terraza y seguir platicando de estupideces y reírse y seguir platicando de otras cosas y medio llorar y luego volver a platicar de estupideces y volver a reírse y luego cultivarse mutuamente porque los dos son bien pinches egocentristas y luego mentir cuando te hablan por teléfono diciendo que estás 'muy ocupado' y luego ver que tu pantalón está mojado porque llueve y te pringa y seguir platicando y reírse y pararse a orinar 6 veces -porque una vez que orinas, dan ganas a cada rato- y sentarse en la silla mojada porque le pringó la lluvia y seguir platicando y ver que ya se ocultó el sol y seguir platicando de estupideces y ver que al amigo le interesan aunque sean estupideces y ver que sus estupideces no te parecen estupideces y luego ver que una estupidez sí es una estupidez y reírse de lo estúpida que es ésa estupidez y ver que ya es la última cerveza y ya es tarde y guardar las sillas y la hielera y querer abrazar a tu amigo por ser tan buen amigo y no lo abrazas porque obviamente ambos saben que eso se vería muy joto y orinar porque tu vejiga no aguanta nada y ver que todo en la casa esté en orden porque si llegan los tíos de tu amigo y ven que hubo fiesta se lo carajean y cerrar la casa y largarse no es 'aprovechar el tiempo', pues entonces hay muy buenas formas de 'perder el tiempo'...


... y de volver a fumar, chale.

Macanudeces

lunes, noviembre 07, 2005

En realidad estaría flotando

Me compré una libreta para escribir.

Nunca he tenido el hábito de escribir y siempre he querido hacerlo. Pero sé que no lo voy a hacer, todavía no me atrevo a hacerlo.

Ya puse esta libreta al lado de mi cama. No es para escribir lo que pienso, es para escribir lo que sueño.

Mis sueños son tan personales, tan incoherentes y caóticos. Me gustan tanto. A veces recuerdo suficiente como para hacer un largometraje completo, a veces solamente unas cuantas cosas, otras sólo imágenes fijas e incluso únicamente una frase sin imagen. Pero la mayoría mueren después de un corto tiempo de consciencia. Detesto eso.

Ahora tengo mi libreta a un lado de la cama. Esperemos que estando medio inconsciente yo sea más valiente.

A través otra vez

No me gusta eso del plagio, pero a veces uno encuentra cosas que parecen salidas de su cabeza... así que aclaro:

... si alguna vez escribo algo muy parecido a esto, no me vean feo, por favor...
con todo respeto al gran fornicador


--------------------------------

Hola, probablemente ya estoy regresando.