viernes, diciembre 29, 2006

Filmes de una cabeza inconsciente 19

Me encontraba en un campo abierto metido en una zanja cavada en la tierra. Conmigo había un hombre negro, calvo, de unos 50 años. Algo sucedía y por eso nos encontrábamos en la zanja. Le dije que se asomara para que viera qué estaba ocurriendo. Sacó la cabeza para observar, pero con la misma la volvió a bajar. Se restregaba el ojo izquierdo diciendo que algo le había entrado. Cuando por fin lo abrió ví que su ojo estaba destrozado y sangrando, pero él no se quejaba de que le doliera.

__________________________________

Etiquetas:

4 Comments:

At diciembre 30, 2006 3:28 a.m., Anonymous Anónimo said...

Los ojos sangrantes no duelen en sueños.
A menos que tengan aceite.

 
At diciembre 30, 2006 3:31 a.m., Anonymous Anónimo said...

Por obra y gracia del tapetazo a las 3:03 am. ¿Pediste un deseo?

 
At diciembre 31, 2006 1:57 a.m., Blogger Exquisita Criatura said...

igual y a los 50 años los hombres negros mudan de ojos.

 
At enero 02, 2007 7:32 p.m., Anonymous Anónimo said...

Sam: Way, sí... es que el aceite chilla.
Y no pedí ningún deseo porque todavía estaba paranóico viendo si olía a quemado o aparecía una sombra en mi ventana. Todo sereno hasta ahora. Todavía no soy muchos.

Exquisita Criatura: No me quejo de que lo hagan, solamente que no lo hagan cuando necesito saber qué diablos está pasando más allá de la zanja. Igual y sólo quería llamar mi atención. Saludos.

 

Publicar un comentario

<< Home