jueves, mayo 04, 2006

Las cosas no son lo que parecen (o Explorando mi refri)

Pero cómo me alegra comer algo que parece vómito pero que está sabrosísimo.



Todavía hay razones para esperanzarse.

9 Comments:

At mayo 04, 2006 4:04 p.m., Blogger Gabriela said...

Yo ten[ia siempre una mascota en el refri, cuando ten[ia refri. Una vez tuve un refri muuy grande, color acero con vistas negras y luego uno blanco, chaparrito, pero al final me qued[e sin refri, no tengo refri. No tengo mascota.

 
At mayo 04, 2006 4:21 p.m., Blogger Sir Hache said...

Yo suelo revisar de pies a cabeza el refrigerador…abro y me como lo que veo sin saber que es o en que estado se encuentra…Soy una vaca sin olfato y un sapo sin gusto…Puedo morir intoxicado por comerme cosas podridas y yo ni en cuenta…de hecho creo que ya soy inmune y por eso sigo con vida o posiblemente los efectos sean las mutaciones.

 
At mayo 05, 2006 12:46 a.m., Blogger Madio said...

yo no como nada de mi refrigeradora... hay una caja de leche que me hace malos ojos cuando abro la refri. Ademas, mi refri y yo llegamos al acuerdo de que cada uno tenia su espacio.
Y yo respeto

 
At mayo 05, 2006 1:26 p.m., Blogger Gran Fornicador said...

Es como la vida, pero al revés.

 
At mayo 05, 2006 1:29 p.m., Anonymous Anónimo said...

Aquí la jugada no es el refri, si no la comida y la culpa que tiene la mamá por dejar comidas que parecen vómito, pero que son extremadamente deliciosas, en el refri.
Esa es la neta!!!
Sigue disfrutando de tus vómitos...

 
At mayo 05, 2006 5:50 p.m., Blogger Sirena said...

Buaghhhhhhh
hhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhghhhghh
hhhhhhhhhhhghhhhhh
¡cómete eso!
Con cariño: yo :)

 
At mayo 05, 2006 8:16 p.m., Blogger Sirena said...

Uy tapete.. ya parezco spam... pero ¿le das de comer a Aurelio? es que voy para la playa... ¿sí?

 
At mayo 05, 2006 10:03 p.m., Blogger Sólo Soy Un Ojo said...

Advertencia: comentario largo, anecdótico y vulgar.

Hace no mucho en una fiesta donde el alcohol fluyó tan libre como pudo. Una amiga se puso la borrachera de su vida, entonces cerca de las 3 de la mañana se percató que ya no podía moverse por su avanzado estado etílico y decidió irse a dormir. Al poco rato los presentes escuchamos gritos, era ella pidiendo algún recipiente para vomitar. Un amigo muy amable buscó en la cocina y le llevó el famoso traste, sin percatarse que era un colador, claro la cama se acabó llenando de babas, pero eso fue lo de menos, porque el habilidoso amigo, en vez de tirar el contenido restante del colador, lo llevó a la cocina. Rato después alguien entró a la cocina y vio un recipiente con comida y lo metió al refrigerador. Uno pensaría que no puede haber cosa más asquerosa que lo anterior. Pero lo atroz vino rato después, cuando a otra amiga, poquito antes de que amaneciera, se levantó con cruda y hambre y desesperada fue a la cocina, revisó las ollas de spaghetti y vio que todo se acabó, entonces buscó en el refrigerador y vio spaghetti y si, ese spaghetti estaba en un colador, y si, se lo comió todo. Así que en ocasiones las cosas si son lo que parecen.
Saludos.

 
At mayo 07, 2006 12:45 a.m., Anonymous Anónimo said...

Gabriela: Debió ser el pingüino más bonito (y enclaustrado) que nadie pudo tener (o lo que fuera que tuviera, pero si no fue un pingüino, me preocupa el estado vital de su mascota)

Sir Hache: Puede usted decir que sólo le gusta vivir al límite y sentir la adrenalina correr por sus venas junto con el colesterol y las toxinas.

Cianuro: Nada como un buen trato y respeto con sus electrodomésticos. Esa leche sólo traerá discordia y desamor a su hogar, lo leí en el horóscopo. Bienvenido.

GF: Y no supe qué decir, más que así es, muchas veces así es.

Tamyko: Sigo dudando que mi mamá la haya puesto ahí, más bien pienso que fue producto de una generación espontánea.

Sirenacanta: Seguramente sabrá a pupusas, quién puede resistirse a una comida hecha con amor?
Y no se preocupe, Aurelio no puede estar en mejores manos... si le encuentra una cicatriz le juro que yo no vendí ninguno de sus órganos al comercio chino.

Rosángela: Nos ha dado usted una enseñanza de vida tan importante como la de voltear a ambos lados de la calle antes de cruzar y no meter la lengua en el tomacorriente (qué horrenda palabra) pero recuerde que nadie aprende por experiencia ajena, así que tarde o temprano, todos comeremos espaghetti vomitado. Se cierra la sesión.

 

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