Filmes de una cabeza inconsciente 2

Estábamos en un bosque... ella, él y yo.

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Ella, una buena amiga; él, un desconocido; yo... ¿en realidad era yo? nunca estoy seguro de ser el mismo al soñar, pero probablemente nunca lo descubriré.

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Estábamos en un bosque y ella tenía un libro en las manos. Ella estaba al lado de mí. Él nos decía cosas o nos acusaba de algo. Él no era bueno, creo. Pero a cada cosa que nos gritaba o juzgaba, ella abría el libro. Yo observaba las páginas, en éstas estaba escrito justo lo que él decía, justo lo que estábamos haciendo y justo lo que íbamos a decir. Ésta era la forma de defendernos de él, porque no sabíamos que hacer. Lo leíamos y decíamos lo que el libro ya había predicho que íbamos a decir. Entonces él volvía a gritarnos algo y de nuevo abríamos el libro para descubrir las palabras ya escritas, listas para decírselas.

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Después de un rato le dije a ella:

- Lo chistoso es que ellos, que están escribiendo el libro, están esperando que nosotros lo leamos y hagamos... para que, al decirlo nosotros, su libro se escriba y ellos sepan qué decir y hacer, donde sea que estén.

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Esto también estaba escrito en el libro.

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