domingo, agosto 21, 2005

Esos ojos sin párpados

Hace un tiempo, uno de los peces japoneses que están en la pecera aquí en el cuarto se vió bien hábil... se la pasa chupando piedras, no sé por qué... pero ése día se le atoró una en la boca.

Yo ni en cuenta, yo estaba viendo tele aposentado gloriosamente en el sofá... quién sabe cuánto tiempo ya tenía con la piedra en su boca... pero en cuanto lo ví, rapidamente puse manos a la obra: me senté a observar.

Me senté a observar...

Pues qué querían que haga? Ayudarlo? En serio tengo tanto lazo afectivo con un pez? Él hace nada por mí... ni siquiera hace algo divertido ni gracioso. Pero acaso no debería, por mi calidez humana, hacer lo posible o remotamente algo para aliviarlo de su sufrimiento? (los peces sufren?).

Bueno, acepto que me daba pena... aunque también acepto que me daba risa... pero también acepto: me daba mucho asco.

Bueh... me sentí así como que con un corazón de oro y quise hacer algo. Me ponía a pensar en qué podría hacer, y lo único que se me ocurría era agarrar al pez con una mano y con la otra ir apretando su boca para que la piedra vaya saliendo, no sabía si eso sería bueno para el pez... quizá y terminaba metiéndole la piedra hasta el fondo de su escamoso cuerpecito ó le machacaba el cráneo con mi sublime fuerza.

Lo pensé detenidamente... hasta que descubrí que en realidad sí me daba mucho asco, así que para agarrar valor me fui a comer algo.

Regresé y al mirar al chavo ese, ya no tenía la piedra... no sé si se la habrá tragado por fin, o si terminó escupiéndola. No lo sé... pero al menos hasta ahora, sigue vivo y contento.

Pero no es lo mismo, ahora siempre que mire a ese pez... me sentiré un inútil, incapaz de decidirme por ayudar a alguien, aunque a nadie le importe rescatar a un pez de su propia estupidez...

Eso sí, te recomiendo que reces porque me equivoque... que mi frialdad sea solamente hacia los peces y que si algún día te veo en apuros, yo me decida a ayudarte... Sí, reza porque yo te ayude, en vez de que al verte me des pena, risa o mucho asco.




P.D: Si alguien me ve alguna vez ahogándome con algo... observen, más no me ayuden (sólo con el consentimiento de mi pez).

5 Comments:

At agosto 21, 2005 11:41 p.m., Blogger Sólo Soy Un Ojo said...

Quedarse con la duda nunca es bueno. Yo en su lugar, sacaría al pez de la pecera, con mucho cuidado le abriría la panza y se la revisaria para saber si se trago o no la piedra.

 
At agosto 21, 2005 11:45 p.m., Blogger Gabriela said...

Por otro lado... la curiosidad mató al gato... en éste caso, mataría al pez si sigue el consejo del ojo. Pero es bien sabido por todos que el pez por su boca muere...

Pasé a visitarlo, que conste en el acta.

Saludos!!

 
At agosto 23, 2005 1:13 a.m., Anonymous Anónimo said...

Ojazo: Solo con la condición de que cualquiera de ustedes me abra la panza a mí... desde ahora todo entre mi pez y yo es equitativo... el sentimiento de culpa...

Fosfosazo: Entonces por aquí hay muchos gatos curiosos... solamente que no sé que curiosean en las llantas de autos en movimiento... algún día echaré un vistazo yo mismo... Queda registrado.

 
At agosto 31, 2005 1:36 p.m., Blogger Sofía said...

Maldito seas. Qué feo ser humano.

Ahora bien. Es como si nunca hubieras sido testigo de nada. Así quue bueno, qué buena suerte para el pez. Quizá en tu negligencia lo hubieras asesinado. Pobre pobre pez. Ojalá que nunca te vea ahogarte. Para mí que te fusilaste este evento del relato de bill cuando bb mata al pececito.

 
At agosto 31, 2005 4:34 p.m., Anonymous Anónimo said...

Si me llego a ahogar, lo último que escucharé será al pez burlándose de mí...


... mmmh... a menos que sea el pez con lo que me ahogue...


uy... no me acordaba de la historia del pececito de kill bill... chale, qué va a decir la gente de mí...

 

Publicar un comentario

<< Home