Aquel terrible, maléfico y atroz tema...

Después de mucho tiempo enfermo, decidí que lo que me hacía falta para ya sanar de esta gripa del mal era regresar a un ritmo de vida normal, por así decirlo, y aventurarme a salir de mi casa... bendita sea, Alice, que vive tanto en el ocio como yo... así que fuimos tranquilones a darnos la vuelta, comernos unas tortas de caballito y tomarnos un café (con un mesero un poco más atento de lo que me habría gustado)...

Pero éste no es el tema... "El Tema" (sí, así con mayúsculas) es mucho más perturbador para la mente del ser humano común... tranquilos, ya viene...

Bueno, llego a mi casa. Estaciono el auto. Agarro el suéter y ese gorro rosa - los cuales no necesité- mi coqueto morral y bajo del auto. Maldita sea, dejé las llaves de la casa dentro del auto. Abro nuevamente la portezuela y agarro aquella rana afelpada que aprietas y croa que me funciona de llavero. Cierro otra vez la puerta del auto y me acerco intrigante y sensualmente a la puerta de mi casa, cosa que nadie ve y a nadie le importa, por lo que no fue sensual ni intrigante. Entro a mi casa, tiro las cosas por ahi y me digno a subir a saludar a mis padres. Subo las escaleras y giro la perilla de su puerta.

Oh.

Su perilla no gira. Tiene seguro. Los cuartos de mis hermanos están apagados, mis hermanos no están en la casa. Dios, el cuarto de mis papás tiene seguro. No hice ruido al intentar abrir, quizá no se dieron cuenta. Bajo con la misma, aquí, al cuartito donde esta la PC. Aquí estoy a salvo.

Por qué? Por qué el cuarto de mis papás tenía seguro? Podría ser nada, podría haberse puesto por error o por cualquier otra razón de lo más simple. Pero por qué en seguida viene aquella cuestión a mi pobre, pobre cabeza? He ahí "El Tema".



Por qué a todos nos da miedo pensar en nuestros padres haciendo el amor? Por qué nos da asco, de cierto modo? Es hasta tonto e innecesario que yo diga lo obvio que es que ya lo han hecho, al menos una vez (en algún muy triste caso) pues estás tú, que no te hicieron in vitro en un maldito frasco. Por qué? No sería hermoso pensar que siguen compartiendo algo tan suyo y tan íntimo? No sería bello que a pesar de haber estado tantos años juntos siga existiendo ese algo que hace que uno le llame a la otra por teléfono para decirle una que otra cochinada de lo que van a hacer más tarde?

Sí! Es totalmente grotesco y perjudicial para el bienestar mental de cualquier hijo(a), lo sé. Pero honestamente, yo me he visto tentado, muy remotamente tentado, a preguntarle a mi papá: 'Oye, Pá. Y todavía te haces rico con Mamá?'. O de las otras veces que el cuarto ha tenido seguro, decirle a mi mamá: 'Y qué cochinaditas estaban haciendo, eeeeh?'. Quizá nunca me atreveré. Espero nunca atreverme.

Para ser sincero con ustedes, yo deseo que mis viejos sigan teniendo eso. Sigan teniendo ese cariño mutuo o ese grado de calentura que haga que todavía quieran estar juntos en situaciones muy privadas e impúdicas. Siento que no habría cosa más hermosa. Que todavía se añoren el uno al otro. Aunque a mí me dé mucho asco.

Mañana se van de viaje a Las Vegas. Al fin se les hizo. No vuelven hasta dentro de una semana. Y yo honestamente digo: Ojalá mis padres aprovechen que están lejos y se den sus buenos revolcones, llenos de sudor, placer, lujuria, gritos, juguetes sexuales, patadas, máscaras de cuero, cremas, disfraces, chantilly, frutas, esclavos(as), columpios, espejos, hielos, posiciones extravagantes y todo lo demás que a sus sucias y perversas cabezas del mal se les pueda ocurrir.





Sí, aprovechen que van a estar lejos y háganlo... que no quiero, por nada del mundo, pescarlos con sus cochinadas cuando estén por aquí, perros.